Hay pocos libros que te provoquen una carcajada sonora. Jordi Mestre lo consigue con varios de sus textos encendidos que publicó en vida en su blog y que Pepitas Ed. ha seleccionado en buena lid.
Jordi Mestre fue un periodista deportivo que se tomaba la vida un poco en broma hasta que ésta se puso seria (murió en 2016 de un tumor cerebral con apenas cincuenta años). Redactor en el diario ‘Sport’, publicaba sus entradas bajo el anonimato digital en su blog ‘Paraguas en llamas’, en ocasiones renombrado como ‘Paraguayos en llamas’, en un juego de palabras que definiría muy bien su humor.
Entre sus valedores de lujo, ese Enrique Vila-Matas ‘flâneur’ de blogs selectos, en un ejercicio de lectura algo especular pues la voz, el estilo, la ironía de Mestre recordaría a la del autor de ‘El mal de Montano’, sin resultar por ello plagiario ni un eco blandengue. Digamos que usa su lengua, el vilamatiés, pero para expresar ideas, situaciones, nuevas. También se detecta un aliento al Eduardo Mendoza de ‘Sin noticias de Gurb’, en ese recurso al humor por el humor, un humor menos poético, que nos hace reír, pero quizá nos deje un poco vacíos: «…asistí hace unos años […], y a través de la pequeña pantalla (la televisión, no el microondas)».
Esta antología bloguera de Mestre podría verse como su particular canto del cisne literario, pero también el de los blogs como soportes literarios de calidad. Si hubo una edad dorada de los blogs (pongamos de 2004 a 2010), Mestre ocuparía un lugar señalado en ella. Después llegó el caos, la muerte y destrucción, es decir, Facebook y Twitter. Se acabó la fiesta. (Inciso nostálgico: qué entrañables fueron aquellos años de los blogs, la década de dosmil, de los suplementos culturales en papel que aún pintaban algo, de un mundo cultural no del todo atomizado, aunque es probable que dentro de diez años digamos algo parecido sobre esta década por morir). Dicho esto, los textos recogidos en esta edición, subtitulados ‘Diarios, apuntes y otras distorsiones de la realidad’, van de 2005 a 2014.
Y, como si el peso del Zeitgeist, con perdón, se impusiera también en la escritura bloguil de Mestre, los textos primeros del libro parecen llegar con más brillantez o intención.
Como la entrada sobre las ‘Coincidencias asombrosas’, que haría las delicias de autores como Fernández Mallo o Paul Auster. Hay muchas de ellas en Google, nos señala Mestre, siendo la de Abraham Lincoln y JFK una de las más coincidentes y más asombrosas. Como por ejemplo:
× Sus sucesores se apellidaban Johnson.
× Andrew Johnson, que sucedió a Lincoln, nació en 1808.
× Lyndon Johnson, que sucedió a Kennedy, nació en 1908.
Mestre va de esa comicidad británico-catalana a la observación de tipo filosófico-teológico sin despeinarse: «…si ahora soy un cobarde es porque sé que alguien o algo rige nuestras vidas».
O sea, un pulso grave entre lo que alguien podría tildar de ligero.
Y luego un factor lúdico que, entendiendo el blog también como juego, Mestre explota con éxito en páginas hilarantes como las dedicadas a las sinopsis de películas inventadas:
Virulenta. Eric Clapton se convierte de repente en un virus. La singular destreza de Manolenta como agente patológico le hace ganar el apodo de Viru-lenta. Como chiste ya era horroroso, pero como película es un bodrio colosal, lastrado además por su excesivo metraje.
Platón. Monumental thriller sobre la vida del filósofo Platón, interpretado por Denzel Washington, Jr. Tuvo una calurosa acogida por parte del público, pero la crítica no recibió de tan buen grado los diálogos campechanos y los chistes explicados del protagonista.
«Ciertas luces que aún pueden captarse en la Red», diría Vila-Matas de los textos de Mestre en el prólogo a la edición que, por fortuna, Pepitas Ed. ha capturado con acierto para su fondo editorial.
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